La atención a víctimas de la delincuencia, operativos policiacos y de cualquier otro tipo de abuso, es una imperiosa urgencia por las secuelas emocionales y físicas que esto conlleva.

La atención a víctimas es el complemento de la aplicación de justicia. En un país de altísimos niveles de impunidad, muchas veces la víctima queda abandonada a su suerte, e incluso, en ocasiones, sufriendo el escarnio de los mismos funcionarios responsables de los ministerios públicos.

Hoy la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, CEAV, es objeto de campañas de desprestigio y su titular, la doctora Mara Gómez Pérez, intenta ser doblegada por los intereses que rodean a esta institución.

A lo largo de la historia de esta institución, que apenas se creó a inicios del sexenio pasado, se tejieron intereses y componendas alrededor de la aplicación de los recursos económicos utilizados para compensar a las víctimas, como reparación del daño.

De todos los ámbitos de acción para la atención de víctimas, el que más creció fue el de la compensación económica para la reparación del daño, lo cual creó a su rededor contubernio y componendas, que significan corrupción.

Para el otorgamiento de una reparación económica se ha creado un contexto burocrático opaco, en que resalta la participación de abogados que dicen defender a las víctimas, así como gestores. Podemos suponer que la agilidad y el monto de los pagos se relaciona con la generosidad con que la víctima, a través de abogados, comparte ese dinero.

Esos intereses económicos hoy reaccionan atacando a la nueva titular de la CEAV, quien intenta poner orden y reestructurar a este organismo para que retome su vocación original.

Haciendo un repaso de la historia de la institución, vemos que el 09 de enero del 2013 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la Ley General de Víctimas y el 03 de mayo del mismo año se creó el Sistema Nacional de Atención a Víctimas, con el fin de brindar asesoría jurídica, coadyuvar con el MP en la aplicación de justicia, otorgar atención médica y psicológica de urgencia, reparación del daño, el resguardo de la identidad y datos personales, entre otros objetivos.

¿En qué momento esta visión integral de la atención de víctimas, que se originaba en la solidaridad del Estado Mexicano con estas personas en posición vulnerable, dejó de lado su vocación humanista y se centró en el reparto de recursos económicos?

Quienes se aferran a conservar privilegios atacan a la doctora Gómez para doblegarla, pues hasta hoy la asignación del monto considerado reparación del daño es totalmente discrecional y basada en criterios subjetivos, lo cual permitió seguramente componendas.

Hoy la CEAV, que es el organismo ejecutivo del Sistema Nacional de Atención a Víctimas, tiene en litigio 453 amparos pendientes de resolución, muchos de ellos por millones de pesos.

Es evidente que cuando hay presupuesto pueden surgir abusos y estos generan riesgos para la institución, como los que señaló la Auditoría Superior de la Federación, (ASF) al revisar la cuenta pública 2018.

La atención de víctimas es mucho más que la compensación económica de daños.

La atención de las secuelas de cualquier tipo de violencia traumática y la aplicación de justicia son fundamentales, porque se centran en la víctima.

En contraste, la compensación económica como eje de la atención a víctimas, genera intereses en terceros y se convierte este en un negocio para abogados, como debe estar sucediendo con los 453 amparos pendientes.

Desde su nombramiento en diciembre del 2019 ella no ha dejado de recibir críticas con base en infundios, a partir de que manifestó su interés en transparentar la aplicación de los recursos económicos que se canalizan hacia las víctimas.

Es urgente rescatar la vocación humanista de la CEAV para que cumpla su función con eficiencia y rectitud y para ello es necesario fortalecer el apoyo a las iniciativas de la doctora Gómez para reestructurar este organismo, a fin de que tenga la fortaleza necesaria para luchar contra los intereses creados alrededor de esta institución.

¿Usted cómo lo ve?

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